Los negocios de barrio se consolidan como aliados clave del ecosistema emprendedor
En Chile, la última milla está experimentando una transformación que está redefiniendo cómo emprendedores y pequeños negocios se conectan con sus clientes. Miles de comercios de barrio —desde almacenes hasta minimarkets— se están incorporando a la logística urbana, convirtiéndose en puntos de retiro y entrega que permiten a miles de emprendimientos operar con mayor flexibilidad, rapidez y cercanía.
Este cambio, ocurre en un momento en que el comercio electrónico continúa creciendo y las personas buscan soluciones que se ajusten a su rutina diaria. Para emprendedores, contar con PUDOs (puntos Pick Up Drop Off) cerca de sus comunidades no solo reduce costos y tiempos, sino que también amplía su capacidad de respuesta ante picos de demanda. A su vez, los negocios de barrio han encontrado en estos servicios una vía para diversificar ingresos y atraer nuevos clientes.
Starken ha impulsado esta transición mediante modelos colaborativos que integran tecnología, capacitación y equipamiento básico para que los comercios puedan operar sin fricciones. Hoy la compañía, bajo el propósito de simplificar y mejorar la vida de las personas, conectando comunidades, potenciando negocios y acortando distancias, cuenta con más de 400 puntos habilitados y una red superior a 650 a lo largo del país, fortaleciendo la capilaridad que exige el ecosistema emprendedor moderno.
Este crecimiento está marcando un cambio estructural: los negocios de barrio ya no son solo puntos de abastecimiento, sino parte activa de la cadena de valor que permite que emprendedores de todos los tamaños lleguen más lejos, más rápido y con mayor eficiencia. A través de diversas alianzas, Starken, compañía del grupo Jedimar, está consolidando un nuevo tejido urbano donde colaboración, proximidad y digitalización impulsan oportunidades reales para quienes mueven la economía del futuro.
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